El carbón vegetal activado es un ingrediente que se conoce y se usa desde hace siglos, sin embargo, su uso sigue siendo bastante desconocido por el gran público. Tenemos que retroceder hasta el siglo XV a.C. y más concretamente a la civilización Egipcia para ver el primer uso que se hizo del carbón vegetal activado. En este caso, para hacer frente a intoxicaciones o envenenamientos.
El carbón vegetal es obtenido a través de la combustión en ausencia de aire bien de la cáscara de coco, o de maderas de distintos tipos de árboles, como eucalipto, haya, sauce, álamo negro o pino. Posteriormente, es preparado para aumentar su capacidad de adsorción (fenómeno por el cual un sólido o un líquido atrae y retiene en su superficie gases, vapores, líquidos o cuerpos disueltos), a través de una operación de recalentamiento con gas oxidado u otros compuestos químicos, reduciéndolo a un polvo fino. Sintetizando, el carbón vegetal activado sería carbón puro especialmente procesado para incrementar su capacidad adsorbente de partículas y gases en el sistema digestivo.
La utilización terapéutica más importante del carbón vegetal activado es la ya mencionada de intoxicaciones, ayudando a prevenir la absorción de buena parte de sustancias tóxicas o drogas a través del estómago e intestinos. Pero tiene más usos, que vamos a descubrirlos a continuación.
Sistema digestivo
Por ejemplo, el carbón vegetal activado es una sustancia muy bien tolerada por el aparato digestivo, en donde tiene la capacidad de adsorber y fijar una amplia gama de compuestos que no son deseables para el cuerpo, como aditivos alimenticios, residuos de pesticidas o abonos químicos e incluso bacterias tóxicas procedentes de distintos tipos de alimentos.
Acción sobre los gases
Otra de las propiedades más interesantes a señalar del carbón vegetal activado es su acción sobre los gases, la cual se debe a su capacidad para adsorber tanto a estos como a las bacterias que los producen. Esta propiedad fue avalada por un estudio publicado en 1981 en la publicación American Journal of Gastroenterology (Hall RG Jr, Thompson H, Strother A. Effects of orally administered activated charcoal on intestinal gas. Am J Gastroenterol 1981;75:192–6). En el estudio se midió la efectividad del carbón vegetal activado frente a un placebo tras una comida que provocaba gases. Se registró tanto el número de episodios flatulentos como los niveles de hidrógeno en el aliento, y en ambos casos se pudo apreciar las diferencias, constatando la gran efectividad del carbón vegetal activado.
También hay que señalar que el carbón vegetal activado combate toda una serie de problemas del aparato digestivo derivados de una alimentación rica en productos azucarados, grasas, alcohol, etc., entre los que podemos citar ardores, dolores abdominales o vientre hinchado, entre otros.
Colesterol
Por último, pero no menos importante, hay que destacar que el carbón vegetal activado ha demostrado en diversas investigaciones clínicas su efectividad para atraer el colesterol y los ácidos biliares presentes en el intestino, previniendo de esta manera su absorción. El carbón vegetal activado logró reducir los niveles de colesterol total y los de LDL o “colesterol malo”, según un estudio realizado sobre personas con altos niveles de colesterol (Neuvonen PJ, Kuusisto P, Vapaatalo H, Manninen V. Activated charcoal in the treatment of hypercholesterolaemia: dose-response relationships and comparison with cholestyramine. Eur J Clin Pharmacol 1989;37:225–30).
Tenemos ante nosotros un producto idoneo para aliviar trastornos digestivos (exceso de gases , digestiones pesadas) habituales en épocas como las fiestas navideñas o cuando celebramos grandes comidas de eventos.
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